domingo, 28 de junio de 2015

El cóctel de distorsiones

 
Tras el Franquismo, nacionalistas, izquierdas y liberales iniciaron (o retomaron, según se quiera) la propagación de sus respectivas ideologías. Incluyendo los excesos publicitarios habituales de todos los partidos, con su punto de populismo victimista. Nada fuera de lo normal en democracia.
Pero en algunas zonas la confluencia de las distorsiones ha extremado en exceso a la sociedad. Nacionalistas e izquierdas han mantenido una colaboración tácita apoyada en su pasado común antifranquista. Un "yo apoyo tus distorsiones (los vecinos nos rechazan y agravian) y tú apoyas las mías (los ricos nos excluyen y oprimen)" que está llegando a ser autodestructivo. Como ocurre siempre con el populismo victimista cuando se le facilita extenderse sin contrapeso.
Dicen que Dios ciega a quien quiere perder. Y nada más fácil que cegar a alguien halagándole y haciéndole creer lo que ya cree, dándole siempre la razón.
 Conductores al abismo

La solución realmente buena, la más sana, no es iniciar nuevas campañas de propaganda que en el fondo refuerzan la idea que que esos agravios deben se ciertos (federalismo, confederalismo, polinacionalismo...). Que añaden confusión en vez de facilitar que la sociedad aclare sus ideas. La solución más sana para la sociedad es regenerar el mensaje.
Rebajar las facetas de victimismo agresivo y resaltar las de la democracia y la prudencia. El respeto a la ley y a las minorías también cuando no nos gustan, la importancia de los contrapesos de poderes, una prudente moderación por parte de los grupos dominantes...
Por eso la última estrategia de Unió (UDC) resulta interesante. Aunque está por ver cómo evoluciona tras haberlo utilizado para separarse de CDC.
 ¿Ha nacido la nacionaldemocracia?

Esta es a mi modo de ver la verdadera regeneración política que necesitamos en España. Más importante aun que la de la corrupción (que también lo es, claro). Y de hecho fue el hueco que favoreció la aparición de partidos como Ciudadanos (en Cataluña) o UPyD (en País Vasco). La necesidad que cubrían cuando nacieron.
Ciudadanos y upyd: Back to essentials  


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P.S.1 (13 Agosto 2015) Sin el PSOE esta locura actual no hubiese sido posible. Las acusaciones de franquista a quien discrepase de los planteamientos básicos nacionalistas, el demarraje de Maragall adelantando a CiU en extremismo, las puertas abiertas por Zapatero hacia un confederalismo inviable.. 
Por eso es importante la regeneración del PSOE Zapatero y la renovacion del psoe y también por eso a Podemos le tienta seguir la estela nacionalista y aprovechar para si su inversión durante tantos años en esta propaganda.

P.S.2: (26 Agosto 2015) Pedro Sánchez ha escrito una necrológica por Txiki Benegas (e.p.d.) en El País. Incluye la siguiente frase: “Pudo ser lehendakari, porque ganó las elecciones de 1986, y ofreció su derecho de primogenitura en aras de la convivencia y de la integración de todos los vascos.”
http://politica.elpais.com/politica/2015/08/25/actualidad/1440530994_525377.html


A mi esa frase me parece que casi tiene un punto de sarcasmo. En esa época el PSE se dedicaba a apoyar lo esencial de la propaganda nacionalista. Es la época en que se arrinconó (por decirlo suavemente) a todo aquel que no se plegase a las estrategias nacionalista. Hasta el punto que con el tiempo nació Basta Ya desde el propio entorno del PSE bajo el lema: "contra el nacionalismo obligatorio".  Ciudadanos y UPyD - Back to essentials

¿Cómo se puede hablar de integración de todos los vascos?

 Estos son los Presidentes que ha tenido el País Vasco, claramente el PNV no es quien necesitaba ayuda para ser integrado.
    1980-1985: Carlos Garaikoetxea Urriza (EAJ-PNV)
    1985-1999: José Antonio Ardanza Garro (EAJ-PNV)
    1999-2009: Juan José Ibarretxe Markuartu (EAJ-PNV)
    2009-2012: Francisco Javier López Álvarez (PSE-EE)
    2012-actualidad: Iñigo Urkullu Renteria (EAJ-PNV)


Resultado autonómicas 1986:
(EAJ-PNV)    José Antonio Ardanza 17
(PSE-PSOE)   Txiki Benegas            19
(HB)             Iñaki Esnaola             13 (ausentes durante toda la legislatura)
(EA)             Carlos Garaikoetxea   13
(EE)             Juan María Bandrés      9
(AP - PL)      Julen Guimón              2
(CDS)           Jesús María Viana        2



Y no entro en ello, pero como ejemplo del grado de presión al que se llegaba desde parte del nacionalismo, ETA consiguió la paralización de la central nuclear de Lemoniz en 1984 tras dos asesinatos, en 1981 y 1982.

¿No está claro a que sector de la sociedad había que defender e integrar? Por si alguien aun lo duda, a quienes discrepaban de la ideología nacionalista y a quienes se quisiesen hacer cosas no acordes a sus estrategias. Pero no, no es estos a quienes se apoyó. 

Y conste que esto lo digo contra la frase de Pedro Sánchez. No contra la figura de Txiki Benegas que no conozco en detalle pero de la que tengo buena impresión. Que era de los que empujaban a favor de la convivencia y la democracia.

Resumo la pieza histórica:
El autor: Felipe González
El objetivo: la presidencia del gobierno
La estrategia: Laminar al PP en País Vasco y, sobre todo, Cataluña (25% del electorado nacional)
El modo: Interiorizar el "estigma de lo español" y el sometimiento al nacionalismo como una forma de "sacrificio por la integración".


P.S.3: (30 Agosto 2015) Aunque, quede claro, a día de hoy la posición de Felipe González respecto de los nacionalismos, por ejemplo respecto de la deriva secesionista de CDC, es claramente constructiva, no como antaño. Y se agradece.


Un ejemplo en el artículo de Felipe González que publicó ayer El País:

A los catalanes



La propuesta que hace Junts pel Sí, esa extraña coalición unida solo por el rechazo a España, puede ser el comienzo de la verdadera “vía muerta” para Cataluña. Rompiendo la legalidad, nadie que tenga la obligación de cumplir la ley va a negociar nada

Hace casi dos décadas que salí de la presidencia del Gobierno de España. No tengo responsabilidades institucionales ni de partido. He recuperado la sencilla condición de ciudadano, aunque en todo momento comprometido con nuestro destino común. Por ese compromiso con España, espacio público que compartimos durante siglos, me dirijo a los ciudadanos de Cataluña para que no se dejen arrastrar a una aventura ilegal e irresponsable que pone en peligro la convivencia entre los catalanes y entre estos y los demás españoles.
Siempre he sentido gratitud por vuestro apoyo permanente y mayoritario para la tarea de gobierno. Siempre, incluso cuando este apoyo era declinante en el resto de España. Y gracias a esta sintonía he podido representaros con orgullo, como a todos los españoles, en Europa, en América Latina y en el mundo. Con vuestra confianza hemos progresado juntos, durante muchos años, superando la pesada herencia de la dictadura, consolidando las libertades, sentando las bases de la sociedad del bienestar y reconociendo, como nunca antes en la historia, la identidad de Cataluña y su derecho al autogobierno.
He creído y creo que estamos mucho mejor juntos que enfrentados: reconociendo la diversidad como una riqueza compartida y no como un motivo de fractura entre nosotros. Para mí, España dejaría de serlo sin Cataluña, y Cataluña tampoco sería lo que es separada y aislada.
La idea de “desconectar” de España, como propone Artur Mas, en un extraño y disparatado frente de rechazo y ruptura de la legalidad, tendría unas consecuencias que deben conocer todos:


He creído y creo que estamos mucho mejor juntos que enfrentados
— Desconectarían de una parte sustancial de la sociedad catalana, fracturándola dramáticamente. Ya se siente esa fractura en la convivencia, y se empiezan a oír voces de rechazo a los que no tienen “pedigrí” catalán. Esos ciudadanos catalanes se sienten hoy agobiados porque se está limitando su libertad para expresar su repudio a esta aventura, porque le niegan o coartan su identidad —catalana y española— que viven como una riqueza propia y no como una contradicción.
— Desconectarían del resto de España, rompiendo la Constitución, y por ello el Estatuto que garantiza el autogobierno, y la convivencia secular en este espacio público que compartimos. En el límite de la locura, empiezan a ofrecer ciudadanía catalana a los aragoneses, valencianos, baleares y franceses del sur. Hemos pasado épocas de represión de las diferencias, de los sentimientos de pertenencia, de la lengua, pero desde hace casi cuatro décadas, con la vuelta de Tarradellas, entramos en una nueva etapa de reconocimiento de la diversidad y de construcción del autogobierno más completo jamás habido en Cataluña.



— Desconectarían de Europa, aislando a Cataluña en una aventura sin propósito ni ventaja para nadie. ¿Imaginan un Consejo Europeo de 150 o 200 miembros en la ya difícil gobernanza de la Unión? Porque ese sería el resultado de la descomposición de la estructura de los 28 Estados nación que conforman la UE. ¿Imaginan al Estado francés cediendo parte de su territorio para satisfacer este nuevo irredentismo? Nadie serio se prestará a ello en Europa y, menos que nadie, España, que tanto luchó por incorporarse y participar en la construcción europea, tal como es, con su diversidad y, por cierto, con el máximo apoyo de Cataluña.
— Desconectarían de la dimensión iberoamericana (que tanto valor y trascendencia tiene para todos) y especialmente de Cataluña porque este vínculo se hace a través de España como Estado nación y de la lengua que compartimos con 500 millones de personas —el castellano—, como saben muy bien los mayores editores en esta lengua, que están en Barcelona.


El desgarro en la convivencia que provoca la aventura de Mas afectará a nuestro futuro
Naturalmente afirman lo contrario: “Solo queremos desconectar de España”. ¿De qué España? ¿La que excluye también Aragón, Valencia y Baleares? Los responsables de la propuesta saben que lo que les estoy diciendo es la verdad, si se cumpliera ese “des-propósito”. En realidad tratan de llevaros, ciudadanos de Cataluña, a la verdadera “vía muerta” de la que habla Mas, en un extraño “acto fallido”.
Vivimos en la sociedad más conectada de la historia. La revolución tecnológica significa “conexión”, “interconexión”, todo lo contrario a “desconexión”. Cada día es mayor la interdependencia entre todos nosotros: españoles de todas las identidades, europeos de la Unión entre 28 Estados nación, latinoamericanos de más de 20 países, por no hablar de nuestros vecinos del sur o del resto del mundo. Pregunten a sus empresas, las que crean riqueza y empleo por esta desconexión.
La propuesta que hace esa extraña coalición unida solo por el rechazo a España, sea cual sea el resultado de la falseada contienda electoral, puede ser el comienzo de la verdadera “vía muerta”. ¿Cómo es posible que se quiera llevar al pueblo catalán al aislamiento, a una especie de Albania del siglo XXI? El señor Mas engaña a los independentistas y a los que han creído que el derecho a decidir sobre el espacio público que compartimos como Estado nación se puede fraccionar arbitraria e ilegalmente, o que ese es el camino para negociar con más fuerza. Comete el mismo error que Tsipras en Grecia, pero fuera de la ley y con resultados más graves.
¿Qué pasó cuando se propuso a los griegos una consulta para rechazar la oferta de la Unión Europea y “negociar con más fuerza”? Después de que más del 60% de los griegos lo creyeran, Tsipras aceptó condiciones mucho peores que las que habían rechazado en referéndum, con el argumento, que sabían de antemano, de que no tenían otra salida. ¿Sabían que no había otra salida y engañaron a los ciudadanos?


¿Cómo es posible que se quiera convertir a Cataluña en una especie de Albania del siglo XXI?
Pueden creerme. No conseguirán, rompiendo la legalidad, sentar a una mesa de negociación a nadie que tenga el deber de respetarla y hacerla cumplir. Ningún responsable puede permitir una política de hechos consumados, y menos rompiendo la legalidad, porque invitaría a otros a aventuras en sentido contrario. Todos arriesgaríamos lo ya conseguido y la posibilidad de avanzar con diálogo y reformas.
Eso es lo que necesitamos: reformas pactadas que garanticen los hechos diferenciales sin romper ni la igualdad básica de la ciudadanía ni la soberanía de todos para decidir nuestro futuro común. No necesitamos más liquidacionistas en nuestra historia que propongan romper la convivencia y las reglas de juego con planteamientos falsamente democráticos.
Si la reforma de la ley electoral catalana no ha podido aprobarse porque no se da la mayoría cualificada prevista en el Estatuto, ¿cómo se puede plantear en serio la liquidación del mismo Estatuto y de la Constitución en que se legitima, si se obtiene un diputado más en esa lista única de rechazo? ¿Cómo el presidente de la Generalitat va en el cuarto puesto, como si necesitara una guardia pretoriana para violentar la ley?
Es lo más parecido a la aventura alemana o italiana de los años treinta del siglo pasado. Pero nos cuesta expresarlo así por respeto a la tradición de convivencia de Cataluña. El señor Mas sabe que, desde el momento mismo que incumple su obligación como presidente de la Generalitat y como primer representante del Estado en Cataluña, está violando su promesa de cumplir y hacer cumplir LA LEY. Se coloca fuera de la legalidad, renuncia a representar a todos los catalanes y pierde la legitimidad democrática en el ejercicio de sus funciones.
No estoy de acuerdo con el inmovilismo del Gobierno de la nación, cerrado al diálogo y a la reforma, ni con los recursos innecesarios ante el Tribunal Constitucional. Pero esta convicción, que estrecha el margen de maniobra de los que desearíamos avanzar por la vía del entendimiento, no me puede llevar a una posición de equidistancia entre los que se atienen a la ley y los que tratan de romperla.
No creo que España se vaya a romper, porque sé que eso no va a ocurrir, sea cual sea el resultado electoral. Creo que el desgarro en la convivencia que provoca esta aventura afectará a nuestro futuro y al de nuestros hijos y trato de contribuir a evitarlo. Sé que en el enfrentamiento perderemos todos. En el entendimiento podemos seguir avanzando y resolviendo nuestros problemas.

Nota: Soy consciente de que le da la collejilla oficial del PSOE al PP (el inmovilismo...) y resulta curiosa el reconocimiento del beneficio electoral que obtuvo de su estrategia en Cataluña, la que yo califico de laminación del PP  (Siempre he sentido gratitud por vuestro apoyo permanente y mayoritario para la tarea de gobierno. Siempre, incluso cuando este apoyo era declinante en el resto de España.)

P.S.4: Y Durán responde a Felipe:

A Felipe González... y a los españoles

El domingo 30 de agosto, Felipe González publicaba en EL PAÍS su artículo-carta A los catalanes. Le tengo afecto personal y siempre le he agradecido su respeto y atención. Es lógico que no coincidamos en todo. En el propio artículo me parece sobrante la alusión a la aventura alemana o italiana de los años treinta del siglo pasado. Además de poner en bandeja la crítica fácil y permitir fijar la atención en el dedo y no en la luna que este señala, hiere innecesariamente sentimientos de muchos, incluidos los míos. Por cierto, hace menos de un mes que un miembro del Gobierno de Mas dijo que España era como la desaparecida Alemania comunista, y nadie le criticó. Pero las posiciones e ideas del expresidente del Gobierno cuentan en España, en Europa, en América Latina y en otras partes del mundo. De ahí la importancia de sus opiniones sobre el delicado momento que vive Cataluña con la apuesta de una parte de ella por la ruptura y desconexión con España.



Por ello me propongo comentar algunas de sus reflexiones desde el recordatorio de mi genética política. La dimensión de Felipe González hace innecesario recordar la suya. Soy, por encima de cualquier otra circunstancia, alguien formado en las ideas del personalismo comunitario. No hay nación sin personas. Ante todo sitúo la persona, su dignidad y su razón de ser colectiva. Desde esa primera base me siento modestamente orgulloso de haber contribuido aunque sea mínimamente al progreso económico, político y social de Cataluña y de toda España. Una España que me gustaría distinta en muchos ámbitos. Entre otros, desearía que el reconocimiento de la diversidad como riqueza compartida, a la que se alude en el citado artículo, permitiera una plasmación real de su pluralidad nacional, cultural y lingüística. Llevo el proyecto europeo en mis entrañas políticas y precisamente por ello, si antes nunca fui independentista, ahora, cada día que pasa, soy más consciente de las interdependencias a las que Cataluña debe adaptarse desde las interconexiones que impone la globalización.
Y finalmente, y no por ello menos importante, he procurado hacer del diálogo la divisa principal de la política. Felipe González habla en su artículo de entendimiento. Este siempre es necesario y ahora más que nunca. Diálogo, pacto y transacción. Tras la muerte de Franco, ¿no fuimos capaces de entendernos? ¿Estamos ahora en peor posición de salida? Sinceramente, creo que no. Durante años he sumado mi voz a lo que fue Convergència i Unió para reiterar que con la Constitución de 1978 y la aplicación de nuestro primer Estatuto, Cataluña ha vivido los años de mayor progreso económico, social y de autogobierno desde su milenaria existencia. Nunca me he arrepentido de defender y votar ese marco institucional. ¿Ha habido cambios significativos? Sí. No pocos errores de unos y de otros han hecho posible que la situación haya mutado notablemente. Un cambio en el terreno de las realidades. Y también en el de las percepciones a menudo manejadas por los sentimientos y no por la razón.


La voladura del catalanismo moderado que representaba CiU es malo para toda España
Siempre he dicho que nos equivocamos con el nuevo Estatuto. No lo hicimos bien en Cataluña. Fue un error hacerlo sólo con una de las Españas. También el PSOE se equivocó. Ya antes nos equivocamos gravemente al garantizar la última legislatura del presidente Pujol con el apoyo de un PP que tenía mayoría absoluta en las Cortes. Pero el error más grave lo protagonizó el PP con su campaña en contra. Un cúmulo de errores que concluyó con la sentencia del Tribunal Constitucional y especialmente con el sainete vivido en el seno de esa alta magistratura a raíz del bloqueo político para la renovación de algunos de sus miembros. Pero de hecho, y eso es lo que hoy cuenta, en el imaginario catalán sólo permanece la realidad de una sentencia, que la mayoría no ha leído pero ha sido esgrimida como la prueba del algodón de la exclusión y ruptura del marco constitucional.
En este sentido, cobra fuerza la dialéctica acerca de quién dejó a quién: ¿la Constitución a Cataluña o Cataluña a la Constitución? Esto ha sido amplificado en los últimos cuatro años por leyes como la que hizo José Ignacio Wert, procesos de recentralización, discriminación en inversiones y una financiacion injusta. Ahora mismo la reforma exprés otorgando capacidad sancionadora al TC no va a resolver el problema de fondo. Duele en el corazón de quienes buscamos diálogo oír del candidato del PP que se acabó la broma. ¡Por Dios, que no estamos en un salón del viejo Oeste a la espera de quien levanta más la voz! Por eso no puedo permanecer insensible cuando leo elogios al artículo de González de quienes practican el inmovilismo que él denuncia y acuden a los tribunales presentando recursos ignorando que la política no se hace a golpe de sentencias o interlocutorias.


El camino es llegar a reformas pactadas que garanticen los hechos diferenciales
En su carta-artículo, el que fuera presidente del Gobierno advierte de los riesgos y costes de la independencia. Conviene dejar claro —en contra de tesis sostenidas por quienes, instrumentalizando la unidad o la secesión, sólo reconocen efectos adversos para los otros— que la independencia es negativa para todos. ¿Para Cataluña? Sí. ¿Para España? Por supuesto, ¡también! ¡Y para la Unión Europea! Llevo tres años reclamando la atención del presidente del Gobierno en sede parlamentaria advirtiendo que llegaría la Declaración Unilateral de Independencia. Esta no tendrá efectos jurídicos en el marco europeo o internacional, pero sí efectos económicos y sociales para todos. ¿O acaso el repunte de la prima de riesgo sólo afecta a los catalanes? Todos los españoles deberían exigir diálogo de sus gobernantes, que es lo que Felipe González llama entendimiento. Hace pocos meses los independentistas aplaudieron una declaración del Parlamento de Dinamarca sobre Cataluña. Simplemente instaba al Gobierno de Cataluña y al del Estado a dialogar democráticamente y llegar a un acuerdo. Ese y sólo ese es el camino: llegar a reformas pactadas que garanticen los hechos diferenciales.
Felipe González no cree en la ruptura de España. Tampoco yo creo que Cataluña se rompa. Pero sí me preocupa el desgarro en una y otra. Y el que se produzca entre ambas. Nos conviene una masa crítica que orille a la insignificancia a quienes desde España hacen irresponsablemente votos para que los catalanes se vayan de una vez y a quienes, desde Cataluña, desprecian al resto. La voladura del catalanismo moderado que representaba Convergencia i Unió es una mala noticia para toda España. Por eso, algunos, contra viento y marea, intentamos reducir al máximo posible el alcance de la orfandad.
Lamentablemente, confrontar Cataluña con España o a esta con Cataluña da réditos electorales. Sólo veo una manera de avanzar, y es superando la ignorancia en este debate. E ignorancia no es no conocer o saber de las cosas: la ignorancia que permite esos réditos es la que no quiere conocer o saber esas cosas. A Felipe González y a todos los españoles incumbe acabar con ella.

Josep Antoni Duran i Lleida es presidente del Comité de Govern d'Unió.


Si me tengo que quedar con una frase... que sea esta: "Siempre he dicho que nos equivocamos con el nuevo Estatuto. No lo hicimos bien en Cataluña. Fue un error hacerlo sólo con una de las Españas. También el PSOE se equivocó. "
En realidad el apoyo acrítico del PSOE a los nacionalismos desde la Transición ha podido resultarles beneficioso en términos de poder (escaños...) pero a cambio ha facilitado que su discurso se pervirtiese. Como a alguien a quien se le ríen todas las gracias, los nacionalistas han ido cayendo en conductas cada vez menos democráticas y respetuosas con el diferente. Algo negativo para cualquiera que quiera valorarse y ser valorado.



P.S.5: La Tercera Vía es una estrategia basada en aceptar el diagnóstico nacionalista inicial. Espero que Unió no se deje encandilar por este enésimo espejismo del PSOE. La verdadera solución vendrá de dejar el diagnóstico victimismta, no por tomarlo en vaso pequeño. Unió ¿es posible un nacionalismo alegre y de gobierno?


domingo, 21 de junio de 2015

¿Ha nacido la nacionaldemocracia en España?


En los últimos tiempos ha ocurrido algo nuevo en el teatro político español. Podríamos estar asistiendo al nacimiento no de un partido sino de toda una línea política.

Un partido nacionalista, la UDC de Durán, ha plantado cara a otro partido nacionalista, CDC de Mas, rompiéndose CiU. Hasta aquí todo normal. Lo importante está en el argumentario utilizado, apelando a una cuestión no meramente estratégica sino a algo más profundo:


UDC ha roto con CiU por su falta de democracia y prudencia
Democracia (cumplir la ley), diálogo (frente al radicalismo monocolor del proces), pertenencia a la Unión Europea (mímima prudencia y sentido de la realidad), seguridad jurídica, cohesión social y territorial (dejar estrategias de enfrentamiento)

El nacionalismo es una ideología fuerte, que mueve a la sociedad con pasiones. Como el socialismo o la religión. Y por eso es importante que quienes lo cultivan tengan claro que se han de cultivar a la vez los mecanismos de contención. Garantías de respeto a los principios de la democracia. Y esta no se limita al voto, claro, es también reglas y leyes, respeto a las minorías, poderes con contrapeso...
Así nace la socialdemocracia limitando al socialismo. O la democracia cristiana.

¿Ha nacido la nacionaldemocracia? ¿el nacionalismo democrático?

Imagino que Unió tendrá su primera prueba pronto. Si centra su mensaje en una consuta con garantías democráticas... será que es todo un paripé, cosa solo de imagen. Si en vez de eso se centra en regenerar la vida política catalana tras estos años de excesos nacionalistas la cosa tendrá buena pinta. 

De momento parece que la CDU alemana, el partido de Merkel, lo apoya. No es mal comienzo 



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P.S.: (22 Jun) Este camino incipiente, aun apenas sugerido aun por Unió Democrática (buen nombre), me parece sano, regenerador del nacionalismo. Pero como con todo camino nuevo se correra el riesgo de perderse.
Uno de los peligros son los cantos de sirena del PSOE con el federalismo. Una estrategia partidista por parte de Sánchez que embarra de nuevo el terreno, confunde. Sugiere que el resto de partidos haga cambios en una España ya razonablemente descentralizada y democrática para satisfacer parte de las exigencias que provienen de un nacionalismo equivocado.
Unió puede sentirse tentada de esta salida, más cómoda y fácil que la denuncia y corrección de los errores de sus antiguos compañeros de coalición. Pero el federalismo no cambia nada, solo confunde dificultando asumir una verdadera regeneración del nacionalismo.

P.S.2: (30 Ago 2015)
El PSOE tiene problemas para mantener la incuestionable estrategia actual:
   Defensa de España frente a una alianza CDC-ERC desmadrada y nada respetuosa con los cauces de la democracia.

Y que no rechinen a la vez los restos de su estrategia pasada:
  El autor: Felipe González
  El objetivo: la presidencia del gobierno
  La estrategia: Laminar al PP en País Vasco y, sobre todo, Cataluña (25% del electorado nacional)
  El modo: Interiorizar el "estigma de lo español" e interpretar el sometimiento al nacionalismo como una forma de "sacrificio por la integración".

Ayer un artículo de Felípe González en El País marcaba claramente su apuesta por dejar la antigua línea. Se agradece a Felipe su opción por filo-nacionalismo democrático.  (el artículo está copiado en El coctel de distorsiones) Y de hecho Durán Lleida agradeció a Felipe su artículo (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/08/30/catalunya/1440928547_377436.html)

P.S.6 (1 Sept 2015 )
Dice Durán sobre el plan soberanista de Mas:  "Entiendo lo que hace y por qué lo hace pero no tiene que ver con los intereses de los catalanes..." , tras lo cual no ha querido ahondar en ello bajo el argumento de que "queda para mi inventario" y "serían juicios de intenciones". de La Vanguardia

Sí, en realidad es bastante obvio que lo que haya detrás, sea lo que sea, tiene que ver con los intereses personales y profesionales del Sr. Mas.

P.S.7: (8 Sept 2015)  El problema de Unió, a mi modo de ver, es que hace una campaña que no le conviene.
Si insiste en que España les menosprecia y demás ¿acaso la respuesta no debe ser la que da CDC-ERC? Con eso favorece el voto a CDC. No llega a separarse del mensaje altamente victimista de CDC. Y así la conclusión natural es votar a CDC.

Lo suyo sería que centrase su discurso en una visión positiva de lo obtenido hasta ahora en Cataluña (lengua, altísimo autogobierno, prosperidad...) gracias al diálogo y a no adoptar ni diagnósticos ni estrategias radicales. . Eso le daría un mensaje positivo a la vez que nacionalista.

Si no ¿qué ofrece UDC? ¿Sometimiento a pesar de estar siendo menospreciados y ofendidos? Si se quiere diferenciar de CDC... tiene que diferenciarse. No seguir su halo de victimismo radical e irreal.

P.S. 8: Una discusión sobre el tema. "En los comentarios de La Vanguardia"

lunes, 15 de junio de 2015

El retrato de Durán





Este ha sido un fin de semana casi cultural. Con un perfecto retrato del Proces por parte del artista Durán, con un realismo y detalle casi fotográficos.
Acompañado de unas cuantas obras aun inacabadas. La votación de Unió sugiere un posible desenlace a la novela de suspense que es la legislatura de Rajoy. Twitter arranca la tragedia de Podemos con un dilema casi shakesperiano. Y todo precedido por una gran exposición de fotografía, los desnudos chavistas obra de Felipe González, elegante sin dejar de ser incisivo.


El retrato de Durán
La pregunta a las bases de Unió ha dejado claro qué cosas no aceptan quienes son partidarios del Proces. Y la mitad ha votado no.
Un preciso retrato en negativo del Proces de Mas:
No es demócrata: Se siente por encima de la ley y las reglas de la democracia.
No diáloga: Internamente se impone en la sociedad catalana a la que intenta volver monocolor y hacia el exterior busca la confrontación y el agravio.
No garantiza la pertenencia a la Unión Europea: Es decir, se coloca por encima de la mímima prudencia y sentido de la realidad esperables.
No da seguridad jurídica: Al estar su ideología por encima de las reglas y de la prudencia.
No proporciona cohesión social y territorial: Al revés, al imponer su idelogía y utilizar la cizaña, el agravio, como base estratégica, genera una fuerte unión entre sus seguidores pero una ruptura con todo el resto. Incluso, como vemos, con los propios nacionalistas que no sigan estrictamente las directrices del momento.

Y con la posible excusa cubierta también. La pregunta incluía el ser soberanista. Es decir, la diferencia con el Proces no es por ser soberanista o no, es por el ser demócrata o no.

Todo un retrato.


El dilema de Carmena
Los tuits macabros y brutales del concejal de cultura de Carmena se pueden analizar desde el punto de vista de lo políticamente correcto. Del choque entre los ámbitos privado y público.
Quizá en privado algunas burradas se pueden excusar porque suponemos que no pretenden apoyar lo inaceptable, el racismo, el terrorismo, el sectarismo deshumanizado. Pero en público eso nunca es así. No se pude saber ni la intención de quien lo expresa (no se le conoce personalmente) ni la utilización que se hará de ello.

Así que es inadmisible y Carmena lo sabe. Pero penalizar al concejal abriría un precedente que Podemos no soporta. Su gente está tan sembrada de expresiones incorrectas que explotarían uno tras otro como una traca.  (un ejemplo en la misma cabeza de Podemos, los apoyos de Iglesias al chavismo o al comunismo antidemocrático)

Todo un dilema. O penalizar la mala conducta y abrirse a un castigo sin fin o no hacerlo e iniciar el enrrocamiento cuando aun no se han expandido.


La novela de Rajoy
Esto de Durán y lo de Carmena plantean un posible desenlace a dos de los temas que aun quedan pendientes en la legislatura de Rajoy.
El Proces tendría una salida más que constructiva con la aparición y crecimiento de Unió como nacionalismo moderado (tipo Urkullu). Cumpliéndose la profecía de que lo que se rompería sería CiU.
Podemos se encontraría limitado a los ya afines, los únicos que supondrán que sus malas expresiones son solo anécdotas sin contenido no intención.
Y tan solo quedaría pendiente la intriga respecto de los medios de comunicación. ¿Conseguira el PP no tenerlos en contra?


Lo dicho, todo un fin de semana cultural.


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P.S.: (16 Jun) Esta redefinición de Unió puede dar lugar a una verdadera Tercera Vía (¿Ha nacido la nacionaldemocracia?). Basada en lo que Unió sí puede hacer: un partido nacionalista moderado.

A diferencia de lo del federalismo, esto sí que puede funcionar como tercera vía:
 Viable: Ya que solo depende de Unió, no de improbables movimientos de otros partidos.
 Eficaz: Federalismo nunca saciaría a un nacionalismo radicalizado. Pero moderar al nacionalismo sí puede hacerle compatible con una España y Europa como las actuales. Una especie de partido nacionaldemócrata (o demócrata nacionalista, para diferenciarse del NPD alemán), atento a ser escrupulósamente demócrata ya que la ideología lo hace peligrar. Como la socialdemocracia o la democracia cristiana. Algo en realidad nuevo en España y acorde con los tiempos, realmente regenerador.

Bueno para Duran que puede quedar como un político de talla. Bueno para Unió que se colocaría en el centro del tablero, bueno para los catalanes y para los españoles en general ya que da cohesión y favorece la buenas relaciones y bueno para Europa que ahora que está formándose necesita estabilidad. Esto es más que un win-win.

P.S.2: (18 Jun) A cambio creo que a CDC se la han cargado sus propios dirigentes. Aunque ahora parezca un partido fuerte, tiene los pies de barro. Ha echado raíces en el terreno del radicalismo y pronto verá cómo esa tierra no da para alimentarse.
CDC creció porque estuvo centrada. Pero ahora es un gran árbol sin posibilidad de mantener las raíces. No creo que tenga buen futuro.

P.S.3: (20 Junio) Durán ya tiene un primer apoyo. E importante. 
http://www.lavanguardia.com/politica/20150620/54432938585/cdu-apoya-udc-separacion-cdc.html
Barcelona. (EFE).- La fundación alemana Konrad Adenauer, creada por la CDU de Angela Merkel, ha expresado hoy su apoyo al líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, por la decisión "responsable" e "inevitable" de separarse de la CDC de Artur Mas, al que acusa de alimentar "fuerzas radicales" con su independentismo.
La institución de inspiración democristiana, una de las mayores fundaciones políticas de Europa que está presente en diversos países del mundo, entre ellos España, ha enviado una misiva de apoyo a Duran, a la que ha tenido acceso Efe.
"La decisión de Unió es valiosa y responsable y fue inevitable al final", destaca el director de la oficina de la Fundación Konrad Adenauer para España y Portugal, Thomas B. Stehling.
En el texto, destaca que durante los últimos años la hoja de ruta del presidente de la Generalitat y líder de CDC, Artur Mas, ha "debilitado" la aceptación de CiU entre un amplio espectro de votantes catalanes y ha dado "un impulso a fuerzas radicales en Catalunya".
"Las brechas tanto en Catalunya como entre Barcelona y Madrid se han profundizado y los caminos hacia acuerdos en materias importantes se han complicado", añade.
Para el representante de la fundación germana, esta "inestabilidad política pone en peligro la recuperación económica, inversiones y nuevos empleos".
Stehling subraya que, tras desligarse de CDC, Unió tendrá la oportunidad como "partido de centro" de "fomentar la razón y el equilibrio", y podrá también trabajar para dar a Catalunya un espacio dentro de España y Europa para que pueda preservar y desarrollar sus particularidades históricas, culturales y económicas.
"Los amigos y socios de Unió en Europa apoyarán al partido en esa labor", concluye la misiva.
La Konrad-Adenauer-Stiftung (Fundación Konrad Adenauer, KAS) fue creada por la CDU en los años 50 y es actualmente la segunda mayor de las fundaciones políticas alemanas, con delegaciones en todo el mundo desde las que trabaja para fomentar los ideales democristianos y socialcristianos.
El apoyo de la KAS llega al término de una semana en la que se ha confirmado la ruptura entre CDC y UDC tras 37 años de convivencia política, por las diferencias insalvables en cuanto al objetivo de la independencia de Catalunya.
UDC reúne hoy su Consell Nacional para debatir los próximos pasos del partido en solitario ante las elecciones del 27 de septiembre, con un sector crítico independentista que mantiene el apoyo a la lista secesionista de Artur Mas para los comicios catalanes.

miércoles, 3 de junio de 2015

La corrupción está de moda


En las democracias el poder está regulado por la opinión pública a través del voto. Esto hace que a veces primen criterios mediáticos sobre los de gestión. (1)

Y lo mediático en tendente a las modas y las "obsesiones". Hoy gusta esto, sale por todas las cadenas, mañana aquello. No es raro ver a los encargados de dirigir lo público, los partidos políticos, dedicados a seguir la moda. Dando bandazos político-mediáticos.

Habrá temas con más tirón emocional, siempre de moda:

 - Los relativos al nacionalismo (agravios mutuos, lengua...)
 - Corrupción
 - Los que enfrentan a la Iglesia y lo social (homosexsualidad, aborto, educación...)
 - ...

Y algunos con menos pero que con buena promoción (que siempre incluye una "satanización" del partido adversario) logran su seguimiento:

 - El franquismo, Guerra Civil...
 - Anti-americanismo
 - Anti-comunismo
 - Feminismo
 - Los "derechos sociales"y el [neo]liberalismo
 

El caso es que hoy día parece que la corrupción está muy de moda. Hasta el punto de parecer a veces el tema central de cara a los pactos y estrategias.
Yo, sin quitarle importancia a la lucha contra la corrupción, me planteo: ¿No nos estaremos pasando?

Por ejemplo, yo no mezclaría la crisis con la corrupción. Creo que tienen una relación escasa, las cantidades de la corrupción, en España, no son significativas a ese nivel. La corrupción es indignante, y más durante en estos tiempos, pero la crisis es debida a la mala gestión, cosas distintas.

Quizá no esté mal esta moda. Una sociedad más limpia y con más controles puede ser una de las pocas buenas consecuencias de esta crisis.

Solo espero que la moda no nos lleve a que elijamos para dirigirnos a un mal gestor

   /****/

(1) Blog "Pajas y obviedades - Política y opinión pública ¿representantes o dirigentes?"


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P.S.3 (27 Feb 2016)
Una vuelta más sobre la corrupción. Creo que es destructiva cuando es parte de los mecanismos del sistema. Cuando el sistema la necesita para funcionar. Cuando es el aglutinante de la estructura del Estado (el grupo dirigente funciona como una mafia y ese se convierte en el criterio para pertenecer) o la forma de financiarse una función (policía que vive de mordidas), por ejemplo.

Pero ese no es el caso español. Así que, una vez más: la mala gestión es mucho más importante que la corrupción. Aunque sea más difícil de vender en los medios.
Y por dejarlo claro, la corrupción puede ser sistémica (estar en todo el sistema) pero no ser un mecanismo esencial del sistema. Ser más como un vicio añadido. Ese creo que es el caso español. Y lo que se necesita... es una buena gestión .... de limpieza ;-)

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Y unos datos que apoyan que es sistémica (afecta a todos) y aunque muy perjudicial, menos que la mala gestión.


P.S2. Cosas sobre la corrupción en España
"España, demagogia y corrupción por etapas"

P.S.1: Un articulo de Savater que podría ir al caso. Siempre un placer leerle.

Nubarrones

EL PAÍS  05/08/15
FERNANDO SAVATER
· En España son paradójicamente tiranos los que cumplen las leyes, no los que las desafían. Algunos están más preocupados por la reacción del Estado ante el plebiscito catalán que por este atropello al derecho a decidir de los ciudadanos
Gane quien gane las elecciones generales, lo único que puede asegurarse es que tendremos un gobierno socialdemócrata, aunque se presente bajo otro rótulo ideológico. En Europa nadie se contenta con menos en lo social, pero tampoco quiere menos libertad en lo político. Como señaló Tony Judt, “la socialdemocracia es el discurso cotidiano de la política europea contemporánea”. De modo que los mas aviesos y traviesos liberales hablan al ponerse serios como socialdemócratas (sin dejar de hacer chistes sanguinarios contra ellos) y los comunistas mas dogmáticos también cuando quieren conseguir votos (sin dejar de considerarles blandos oportunistas y siervos del capital). Es un alivio que sea así.
Las democracias que forman la Unión Europea necesitan una reforma de su alianza en cuestiones esenciales como la inmigración o la garantía de los derechos sociales y, si se logra, serán los que piensan como socialdemócratas los que la lleven a cabo, se definan a sí mismo como tales o no. La UE se inventó para que nunca más hubiera nazismo y para que el comunismo no se extendiese más allá del telón de acero, de modo que es improbable que los herederos ideológicos de esas dos indeseables plagas sean los gestores más adecuados para encabezar su regeneración. Hace poco, viendo a Le Pen aplaudir y apoyar a Tsipras, hemos tenido prueba de ello.
La base necesaria para que la socialdemocracia pueda funcionar satisfactoriamente es la existencia de ciudadanos conscientes preocupados por lo común y lo público, dentro de un Estado lo suficientemente fuerte como para no consentir privilegios discriminatorios en su función protectora: es decir, que ampare el derecho a la diversidad pero impida la diversidad de derechos. Se logró más o menos durante la Guerra Fría y tras la caída del muro de Berlín, aunque fue decayendo después aceleradamente. Como también señaló Tony Judt, “la paradoja del Estado de bienestar, y de hecho de todos los estados socialdemócratas (y cristianodemócratas) de Europa, era simplemente que con el tiempo su éxito mermaría su atractivo”. Todo ello agravado por la creciente deuda de la crisis económica, la inmigración desesperada de quienes huyen de estados fallidos o inexistentes, etcétera.

· Las democracias de la UE necesitan una alianza en cuestiones como derechos sociales e inmigración
La ciudadanía democrática se basa en el derecho a decidir de cada cual. Este derecho tiene como cauce y límite la ley constitucional que sustenta el Estado y es, obvio resulta decirlo, igual para todos. En España oímos cosas sorprendentes como que ninguna Constitución europea reconoce el derecho a decidir, cuando todas se basan en él, o partidos que proponen incluir ese novedoso derecho en el ordenamiento constitucional, o sea que proponen la revolucionaria idea de que los zapatos por fin se acomoden a los pies. Naturalmente, el derecho a decidir es meramente político, no prepolítico o suprapolítico. Por tanto, no depende de diferencias culturales, regionales, históricas, etcétera… ni se aplica a entidades colectivas superiores al ciudadano libre e igual a todos los demás.
Cuando uno dice que desde el punto de vista político no hay catalanes, ni vascos ni andaluces (ni mucho menos miniestados con voluntad propia como Cataluña, Euskadi o Galicia) despierta hoy el escándalo de quien niega la evidencia: ¿no es evidente que existen catalanes o vascos de identidad inconfundible? Pero también existen de manera inconfundible varones y mujeres, ateos y creyentes, negros, blancos y amarillos, pero nadie se escandaliza porque tales diferencias no se reflejen en formas de ciudadanía distintas. Son distintos, pero no políticamente distintos. La libertad del ciudadano, a partir de la ley compartida, es poder definirse como prefiera cultural, ideológica, estética o eróticamente: parecerse a quien quiera o diferir de todos. Pero ninguno, individual o colectivamente, tiene derecho a decidir por sí mismo y excluyendo a los demás sobre lo que afecta a todos.
Después de ver y oir a los socialistas en Cataluña y Euskadi, tras la vergüenza de Navarra y los pactos poselectorales, yo no votaría a Pedro Sánchez ni aunque se presentara solo a las urnas con todos los rivales encarcelados por corrupción. Pero tengo curiosidad por conocer esa reforma federal que promete y que, aunque nadie la reclama, está convencido de nos va a encantar a todos. Se parece a esos padres que explican al niño llorón lo bonito que es el kit de química recreativa que va a regalarle en lugar de la pistola de rayos laser que él quiere.

· El ‘prusés’ no es malo porque sea ilegal, sino que es ilegal porque es malo para la democracia
No faltan cuestiones que podrían tratarse en una reforma constitucional: recuperación de competencias estatales en Sanidad o Educación, supresión de la alusión arcaica e inconcreta a los “derechos históricos”, supresión de privilegios tributarios en el País Vasco o Navarra, reforzamiento explícito del laicismo en educación y demás áreas, etcétera… Pero me parece que ésas no son las que propone el señor Sánchez. Lo suyo suena más bien a blindar el control nacionalista sobre las partes de España que han decidido adjudicarse, pero rogando que a cambio de esa concesión no hablen de independencia…al menos en los próximos cinco años. Por cierto, lo del “hecho diferencial” es otra melonada: si A difiere de B, también B difiere de A. Parafraseando el lema de Rebelión en la granja, la novela de George Orwell, todos somos diferentes y no hay unos más diferentes que otros. Para eso está el Estado.
En España son paradójicamente tiranos los que quieren cumplir las leyes, no los que las desafían. Algunos parecen más preocupados por la reacción del Estado ante el pleibiscito separatista en Cataluña que por este mismo atropello al derecho a decidir de los ciudadanos. Me recuerda aquel desafortunado titular de este periódico tras los atentados del 11 de septiembre (“El mundo teme la reacción de USA”), como si el peligro no fuese el nuevo terrorismo global sino el cabreo de Bush.
Porque el “prusés” no es malo porque sea ilegal, sino que es ilegal porque es malo para la democracia. Y lo peor sería que el Gobierno estatal no hiciese nada efectivo para impedirlo. Algunos se inquietan: ¿suspender la autonomía? ¿y luego qué?¿encarcelar a Mas? ¿y luego qué? Preguntas parecidas se hacían en el País Vasco cuando se intentaba acabar con el doble juego de los que pretendían a la vez estar en el Parlamento y apoyar a ETA. ¿Ilegalizar Herri Batasuna? ¿Y luego qué? ¿Encarcelar a la mesa nacional de HB? ¿Y luego qué? Pues luego ETA renunció a la lucha armada.